Decoración y salud van de la mano

Es bien sabido que la decoración de un hogar depende de numerosos factores y que la combinación de estos define la confortabilidad del mismo. Generalmente, todo ello se relaciona con la estética, pero existe una cuestión de fondo: la salud.

El empleo del color o cromoterapia y sus beneficios para la salud

El color en la decoración de interiores puede ser utilizado para crear espacios, reflejar determinados estilos decorativos, mostrar las preferencias del usuario o, como en el caso de la cromoterapia, transmitir emociones y estímulos, afectando a nuestro estado de ánimo. Así, los tonos claros dan amplitud, los grises seriedad, el rojo estimula, los azules dan tranquilidad, el verde refresca, el amarillo da optimismo…

Sin iluminación no hay color

La iluminación es uno de los factores más importantes en la configuración de un espacio saludable. La buena iluminación en el hogar es aquella que aprovecha al máximo la luz natural, beneficiosa, entre otros aspectos, para el ahorro energético y las emisiones de CO2, la mejora del ánimo y las defensas. En el caso de la luz artificial, algunos fundamentos básicos son iluminar aquellas zonas donde es necesaria la luz, calculando bien las potencias necesarias; y utilizar sistemas de ahorro energético, ya sean lámparas de LED o bajo consumo, sensores de presencia, temporizadores o controladores de potencia.

Cada cosa en su sitio

La disposición de los objetos y del mobiliario también influye en la confortabilidad del hogar. Un espacio funcional y estéticamente correcto facilita la habitabilidad de los usuarios y afecta de manera positiva al estado de ánimo de los mismos.

Dime de qué estás hecho y te diré si me convienes

En materia de decoración y salud, los materiales tienen mucho que decir. Los más recomendables son los naturales, aquellos que no tengan en su composición productos sintéticos perjudiciales para el medio ambiente y que se hayan obtenido por medios sostenibles con bajo impacto medioambiental. También que sean reutilizables o reciclables. Por ejemplo, bambú, corcho, maderas certificadas, resinas ecológicas, pinturas al silicato, yeso natural…

Sin duda, seguir estas soluciones no puede más que afectar a la salud física y psicológica de una manera positiva. Si además introducimos a nuestra decoración plantas de interior, conseguiremos purificar el aire y mejorar su calidad.