Gafas de sol, ¿estética o protección?

Una de cada tres gafas de sol vendidas en España no supera los controles sanitarios necesarios. El precio y el diseño suelen ser los principales factores a considerar a la hora de adquirirlas, lo cual denota que gran parte de la sociedad todavía desconoce la importancia del cuidado de los ojos.

Enfermedades relacionadas con la visión provocadas por el uso de gafas de sol de baja calidad está en aumento, así nos encontramos con cataratas, terigios, queratitis, fotofobia o degeneración macular asociada a la edad. Los ojos son tejidos que están sometidos a la agresividad de la radiación ultravioleta, por ello, una buena protección visual se plantea imprescindible en toda exposición más o menos prolongada al sol, lo cual es una constante durante el verano.

Recomendaciones básicas para elegir gafas de sol

- Unas gafas de sol de cristales oscuros no protegen más, al contrario, no filtran. Limita la luminancia de manera que se dilata la pupila y facilita que el ojo absorba mayor radiación. De ahí, que lo importante a la hora de elegir unas gafas de sol u otras sea la capacidad de filtración de las lentes. El color de los cristales más apropiado sería el gris ya que filtra todas las longitudes de onda en la misma cantidad y por tanto, no desvirtúa los colores. Los de color marrón son idóneos para miopes y los de color verde para los hipermétropes.

- Las lentes polarizadas absorben la luz por determinados ángulos, de manera que no hay reflejos ni deslumbramientos. Este tipo de lentes son ideales para la conducción.

- Utilizar siempre gafas de sol homologadas y que cumplan con la normativa de la UE

- Adquirir las gafas de sol en establecimientos sanitarios de óptica y centros autorizados

- Exigir que las lentes tengan filtros que absorban las radiaciones ultravioletas (UV) con garantía demostrable.

- Es recomendable que la gafa tenga la mayor protección lateral posible.

- No se deben usar gafas de sol cuando no sea necesario como por la noche o en lugares cerrados.