La familia crece, dando la bienvenida al recién nacido

Se suele decir que el recién nacido, durante sus primeras semanas de vida, únicamente tiene dos necesidades básicas: comer y dormir. Sin embargo, podemos añadir otra esencial: sentirse querido. Aprovecha los momentos que pasas con él porque cuanto más le hables, acaricies y estimules, más ágil, listo y emocionalmente equilibrado será. Debéis empezar a disfrutar con los cuidados de vuestro recién nacido desde el primer momento y para que os resulte más fácil la tarea, desde Redfarma os ayudamos a conseguirlo con estos breves cuidados del bebé:

Desde el nacimiento a los 6 meses

El recién nacido empieza a desarrollar los cinco sentidos. Al principio solo sigue con la mirada los objetos. A los 2 meses ya distingue los colores primarios y al cuarto mes ya ve perfectamente. Comienza a sostener la cabeza, incluso al quinto mes puede darse la vuelta él solo. El bebé está atento a todo lo que ocurre a su alrededor por lo que debéis hablarle, cantarle, se sentirá seguro si os escucha.

Respecto a su alimentación, la leche materna es el mejor alimento para el recién nacido ya que contiene vitaminas, minerales, proteínas, grasas y azúcares ideales para obtener el mejor crecimiento del bebé, tanto físico como intelectual, sin hablar del vínculo de comunicación que se crea con madre/hijo/a.

No hay que olvidar que un recién nacido duerme entre 18 y 20 horas diarias, por lo que es importante distinguir entre día y noche para evitar que se confunda ¿Cómo? Cuando le acostéis de día hacerlo con la casa iluminada y cuando lo hagáis de noche, mostrarle un entorno tranquilo y sin apenas luz. Así se crearán rutinas de sueño que os permitirán descansar más y mejor.

De los 6 a los 12 meses

En esta etapa su evolución es impresionante. Aprenderá a sentarse, a gatear, intentará ponerse de pie y dar sus primeros pasitos. Cada vez maneja mejor la parte superior de su cuerpo. Animarle a gatear es primordial ya que contribuye al desarrollo de su autonomía y le ayuda a su desarrollo neurológico. A los 10 meses aproximadamente (incluso antes) es cuando está perfeccionando su coordinación ojo-mano y su habilidad para coger objetos. Notaréis que responde a su nombre y que incluso vocaliza sus primeras palabras, eso sí, de 2 sílabas. Habladle con calma y despacio, os entenderá.

La Asociación Española de Pediatría recomienda la lactancia materna hasta los 6 meses y con una alimentación complementaria adecuada hasta los dos años de vida o más. A la hora de introducir los alimentos hay que ir haciéndolo paulatinamente de uno a uno para detectar posibles alergias. Probad primero con la fruta para pasar después a la verdura.

Si le habéis acostumbrado a unas rutinas determinadas de sueño, en esta etapa el bebé querrá seguir con las mismas pautas.

A partir de los 7 meses el bebé entiende el NO y debéis emplearlo cada vez que detectéis alguna conducta que no queráis que repita. Os pedirá cosas señalando con el dedo, ayudaréis a su estimulación si pronunciáis los nombres de aquello que señala y sobre todo, jugad mucho con él.

De los 12 a los 18 meses

Celebramos su primer cumpleaños y lo hacemos con una serie de cambios. Empezará a caminar, trazará sus primeros garabatos, cada día pronunciará nuevas palabras y comenzará su capacidad para recordar lo que ocurrió en el pasado. Intentará comer sin vuestra ayuda, tratará de vestirse solo, etc. Se irá moldeando su personalidad, cada vez es más independiente.

Ha llegado el momento en el que puede probar de casi todo en lo que a alimentos se refiere. Deberéis seguir evitando los sabores fuertes o picantes. Es momento de estimularle para que mastique, para ello es mejor cortarle la comida en trozos pequeños que pueda meter en la boca sin riesgo a atragantarse. Al principio querrá comer con las manos, no pasa nada, dejadle.

Seguirá necesitando muchas horas de sueño. Es fácil que deje de dormir la siesta matutina y la reemplace por una única por la tarde. Su actividad física y mental se está incrementando por lo que su cuerpo necesitará menos horas de sueño.

De los 18 a los 24 meses

Su independencia ha ido en aumento. Cada vez se mueve con más soltura y su vocabulario es cada vez más amplio, entiende lo que se le dice y repite casi todo lo que escucha. Debéis dedicarle mucho tiempo a la lectura y a conversar con él para fortalecer su aprendizaje.

A la hora de la comida, compartid mesa y mantel con él, es bueno que se acostumbre a vuestras rutinas.

A la hora de dormir seguid con sus rutinas, lo normal es que duerma del tirón toda la noche salvo que tenga alguna pesadilla, a esta edad son normales. La siesta seguirá siendo necesaria para reponer fuerzas.

Llegó la hora de quitarle el pañal o al menos de ir planteándolo, depende de cada niño. Estudiad primero si vuestro hijo está preparado, el proceso se tiene que hacer de forma natural, sin presiones ni castigos. Lo mejor es que familiaricéis al niño con el orinal.