Con la llegada del invierno, el frío y el viento se convierten en enemigos peligrosos para la salud de nuestra piel y de nuestros ojos, que pueden sufrir de sequedad, pero existen diversos productos de para-farmacia que pueden ayudarnos a hacerles frente satisfactoriamente.
El invierno se ha instalado en nuestra vida de forma definitiva y se nota, sobre todo, debido al penetrante frío que nos obliga a abrigarlos más de lo esperado en los últimos meses. Este, y más cuando el viento lo ‘propaga’ por cada rincón de la ciudad, provoca una de las molestias cutáneas que más se repiten en estos días, la sequedad.
Cuando la piel llega a este punto debido a una falta de humedad por el efecto de estos factores climáticos (sin entrar en causas endógenas), puede percibirse áspera y tirante o incluso cuartearse, descamarse, enrojecerse, inflamarse o causar picazón, con deterioro de su capacidad para funcionar correctamente. Las partes más sensibles a esta afección son las mejillas, la frente, alrededor de la boca y las manos, según explica Pilar Carsí, titular de la Farmacia Mª Pilar Carsí Alonso, en Rocafort (Valencia).
Es importante prevenir la sequedad antes de que la piel ya esté afectada a partir de una serie de consejos aplicados a nuestro día a día con los que es posible lograrlo:
- Evitar el aire seco al pasar menos tiempo en el exterior cuando el clima es frío.
- Reducir el tiempo en contacto con agua caliente, para lo que podemos recurrir a duchas rápidas en lugar de a baños prolongados.
- Utilizar guantes cuando lavemos los platos, ya que ayudan a evitar el agua caliente y los detergentes agresivos.
- Vestir ropas confeccionadas con materiales naturales, como algodón y seda, que no irritan la piel, y tratar de cubrir las partes más sensibles como las manos con guantes.
- Tratar de usar un detergente para la ropa sin colorantes ni perfumes, dado que estas sustancias pueden permanecer en la ropa después del lavado e irritar la piel seca.
- Asegurarse de ingerir cantidades suficientes de líquidos.
Limpieza de la piel, ante todo
Cuando optemos por productos cosméticos para la limpieza de nuestra piel debemos procurar que no sean agresivos ni irritantes (alcoholes, parabenos, colorantes o perfumes) y que sean eficaces, sin perder suavidad para no arrastrar por lavado los lípidos cutáneos propios. En el caso de la cara, la precaución debe ser mayor, ya que una crema o un líquido no adecuados pueden incrementar la sequedad y contribuir a la aparición prematura de líneas finas y arrugas.
Una buena elección puede ser la línea de productos de La Roche-Posay, que cuenta, para piel sensible, con desmaquillante de ojos Respectissime, solución micelar, leche y gel desmaquillante, exfoliante fisiológico y loción calmante, y para piel intolerante, los limpiadores Toleriane.
Y mucha hidratación
Para que la piel, sobre todo la de la cara, quede hidratada y se enfrente mejor a diario a las inclemencias climatológicas es importante utilizar productos que contengan principios activos como la urea y el lactato, que reponen los factores hidratantes naturales perdidos que contribuyen a fijar la humedad en la capa superior de la piel; el glucoglicerol, una molécula que estimula la red de humedad propia del cutis, que sustenta, en consecuencia, la función de las acuaporinas en las cepas epidérmicas más profundas y que asegura una hidratación persistente, y la ceramida-3, que ayuda a reparar la barrera lipídica y, con ello, a reducir la pérdida de humedad.
Algunas marcas ofrecen gamas de hidratantes, disponibles en parafarmacia, muy eficaces como:
- La Roche-Posay Lipikar. Esta línea dispone de todo tipo de productos emolientes destinados al cuidado de pieles atópicas, secas o muy secas y sensibles, tanto de niños como de adultos.
- Uriage Aquaprécis Crème Confort | Fluide Protecteur SPF20 | Gel-Crème Fraîcheur. Estas cremas suaves aportan una hidratación a medida y una inmediata sensación de bienestar y flexibilidad a las pieles tirantes, ilumina la tez y reduce la sensación de incomodidad, gracias a propiedades como la manteca de karité.
Cuando los ojos también se secan
El frío y el viento también provocan la sequedad de los ojos por falta de lágrimas, que se encargan de hidratarlos, que se suman al efecto de las pantallas de ordenador y de los dispositivos móviles, que ‘obligan’ a mantenerlos abiertos durante mucho tiempo. La farmacéutica Carsí recomienda colirios y monodosis (2 o 3 gotas), como los de Opticalm e Hyabak, que contengan ácido hialurónico, que lubrica, humecta y protege la superficie externa de los ojos, o hialuronato de sodio, que actúa como lágrimas artificiales.
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