Los pies sudan más que el resto del cuerpo por la gran acumulación de glándulas sudoríparas que se concentran en esta parte del organismo, unas 250.000 en total. La función principal de estas glándulas es regular la temperatura de nuestro cuerpo a través del sudor. El característico olor de pies se produce cuando las bacterias presentes en la superficie de nuestra piel descomponen el sudor.
Sin embargo, no todos los sudores huelen igual y las causas de este molesto olor pueden ser múltiples:
- Bacterias. La mayoría de los olores corporales desagradables son causados por bacterias. En el caso de los pies, es la bacteria Brevibacterium linens, que descompone células muertas de la piel humana, convirtiendo aminoácidos en metanotiol, el compuesto responsable de este particular aroma.
- Hongos. El riesgo de mal olor aumenta si nuestros pies se ven afectados por algún tipo de hongo, como el característico pie de atleta, de fácil contagio en suelos, duchas o piscinas.
- Humedad. Un ambiente húmedo prolongado es el hábitat ideal para el crecimiento de hongos. Por eso es importante mantener los pies secos, especialmente en el espacio que hay entre los dedos.
- Hiperdrosis. Sudoración excesiva que puede aparecer ya sea por otra enfermedad o como efecto colateral de alguna medicación. Esta enfermedad afecta a un 5% de la población, es hereditaria y suele manifestarse por primera vez en la adolescencia, afectando principalmente a pies, axilas, manos y cuero cabelludo. Es recomendable que consultes con un médico especialista ya que el exceso de sudor se puede tratar y la sensación de molestia se puede evitar.
La mejor prevención para evitar el mal olor de los pies es, en la mayoría de los casos, mantener unos pies frescos y sanos. En este sentido, es conveniente lavar los pies diariamente con agua y jabón, cambiar diariamente el calzado para permitir que se evapore la humedad del mismo, utilizar zapatos transpirables y de calidad y ponernos calcetines o medias de fibras naturales, como el algodón, el hilo o la lana.
Además, es ideal el uso de productos para eliminar este molesto olor de pies, de preferencia deben tener ingredientes antimicrobianos y antifúngicos. Una buena opción son los desodorantes que contienen agentes fungicidas y antibacterianos que, aunque no reducen la sudoración, eliminan las bacterias que provocan el mal olor en los pies. Los más prácticos, son los desodorantes de pies en formato spray como Canescare o Funsol Spray, que además de aportar una mayor sensación de frescor, se pueden aplicar en el interior del calzado. El formato polvo de Funsol también es ideal para mantener los pies secos, ya que los polvos absorben y eliminan el exceso de humedad en la piel.
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