Te explicamos cómo y cuando introducir la alimentación complementaria en los más pequeños de la casa
La OMS recomienda la alimentación con leche materna en los recién nacidos hasta los 6 meses, incluso recomienda alargarla hasta los 2 años o hasta que madre e hijo/a quieran. Si bien es cierto que en algunas ocasiones la lactancia materna no es posible y en estos casos la lactancia artificial es la alternativa.
La alimentación complementaria es aquella que se introduce a partir de los 4 meses de edad, cuando el sistema digestivo y renal del bebé está preparado para recibir otro tipo de alimento diferente a la leche, ya sea materna o artificial. Es importante no introducir la alimentación complementaria antes de esta edad ni después de los 7 meses. Antes a esa edad porque puede producir obesidad, pueden aumentar alergias alimentarias o porque su sistema digestivo no esté lo suficientemente maduro y después de los 7 meses porque se pueden producir carencias nutricionales, mayor rechazo a determinados alimentos o que se produzcan trastornos de deglución y masticación.
La manera correcta de ir introduciendo cada uno de los alimentos complementarios diferentes a la leche debe ser paulatina, dejando unos 5 días entre alimentos para ir comprobando la tolerancia del niño/a. Generalmente, se introducen primero los cereales, las verduras y las frutas. Después las carnes, los pescados blancos y el huevo (primero la yema cocida para después pasar a la clara cocida).
¿Cuándo y cómo introducir la alimentación complementaria?
En el caso de la leche de vaca, ésta no debe darse antes del año por su bajo contenido en hierro y exceso de proteína y grasa. Hasta los 2 ó 3 años, mejor utilizar leches de crecimiento.
En el caso del agua, lo normal es introducirla sobre los 4 / 6 meses ya que la leche que toman ya contiene la cantidad de agua que necesitan para cubrir sus necesidades.
¿Qué pasa con el gluten? Lo ideal sería a partir de los 6 meses, pero a partir de los 4 ya se podría introducir sin problema.
Con las verduras, éstas deben cocinarse al vapor o hervidas, a poder ser con poca cantidad de agua y poco tiempo para no perder nutrientes. Al finalizar el cocinado se puede añadir una cuchara de aceite de oliva.
Es importante no introducir antes del año de vida azúcar o alimentos azucarados, frutos secos, alimentos con hueso o muy duros de comer, sal, acelgas, espinacas, partes grasas de carnes o vísceras.
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