Padecer afonías y ronqueras es muy frecuente si nuestro trabajo está vinculado al uso de la voz, o de forma esporádica si nos resfriamos o padecemos alergias.
Padecer afonías y ronqueras es muy frecuente si nuestro trabajo está vinculado al uso de la voz, o de forma esporádica si nos resfriamos o padecemos alergias. La voz, ese instrumento que la mayoría de las personas empleamos para comunicarnos, es el sonido que hace al aire al provocar la vibración de las cuerdas vocales, ubicadas en la laringe. Así, si ésta se ve afectada por alguna complicación es posible que tengamos disfonía o ronquera (voz soplada, chillona o cambios en el volumen), o afonía (casi no hay voz o se pierde por completo).
Para estas afecciones podemos recurrir a la homeopatía, de hecho existen medicamentos homeopáticos específicos que tratan los trastornos de la voz: afonías, ronqueras y también dolor de garganta. Tenemos que tener en cuenta que estos fármacos son compatibles con otros tratamientos y que, entre otras cosas, se caracterizan porque se pueden emplear de forma prolongada. No tienen efectos secundarios y los niños los pueden tomar al igual que los adultos, incluidas también personas sensibles como mujeres embarazadas o mayores.
Del mismo modo, aunque tomemos medicamentos homeopáticos para prevenir o tratar los trastornos de la voz, lo cierto es que es importante seguir unas recomendaciones para cuidar la voz y la zona del cuerpo que está vinculad a la misma.
Así, en primavera, por ejemplo, debemos estar atentos a los cambios bruscos de temperatura y proteger nuestra garganta de forma adecuada. De igual modo, si padecemos alergia al polen, es importante que la tratemos adecuadamente para evitar complicaciones posteriores que alteren nuestra voz.
Las personas que trabajan con la voz tienen que ser conscientes de que, gritar mucho o forzarla puede repercutir negativamente en sus cuerdas vocales, por lo que han de ser moderados en este aspecto.
El tabaco es un elemento nocivo para la voz, de modo que si tenemos algún problema en la zona, puede ser la excusa ideal para empezar a dejar de fumar.
El alcohol tampoco es muy recomendable en estas situaciones, pues tiende a resecar las mucosas. Es mejor que optemos por bebidas más saludables, sobre todo, agua, ya que estar hidratados sí que beneficia a la garganta y la mantiene en buenas condiciones.
El estar fatigados puede ser contraproducente también para nuestra voz, así que tendremos que buscar la manera de dormir más y mejor, intentando establecer rutinas y dejar las preocupaciones de lado cuando vayamos a irnos a la cama.
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