Agresiones externas como el sol, el viento y los propios movimientos musculares sumados al paso del tiempo originan que la zona del contorno de ojos sea de las primeras en sufrir sus efectos.
La piel que rodea a los ojos es la más fina de todo el cuerpo. Frágil, sensible, pobre en glándulas sebáceas y en fibras de colágeno y elastina… lo que hace que el contorno de ojos sea el primero que sufra los signos del envejecimiento con la aparición de arrugas, ojeras y bolsas.
Los signos de cansancio alrededor de los ojos se debe en la mayoría de los casos a una microcirculación lenta. Como la piel en esta zona es muy fina, las marcas de vascularización deficiente o de un mal drenaje linfático dejan entrever marcas como ojeras y bolsas. Cuanto más frágil y deshidratada se encuentre esta piel, más visibles serán los signos de cansancio, de ahí la importancia de cuidar la zona con productos de texturas más fluidas y ligeras diseñados para el contorno de ojos específicamente. Además, unas buenas costumbres como no fumar, dormir bien, beber agua, no abusar de la sal y llevar una dieta variada y equilibrada, nos facilitará una mirada descansada y limpia.
Un buen momento para empezar a cuidar la zona del contorno de ojos es a partir de los 25 años cuando podemos empezar a notar los primeros signos de la edad. Al tener unas peculiaridades diferentes, nunca deberemos aplicar crema hidratante sobre el contorno de ojos si no productos específicos para la zona pero ¿cómo?
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