Llevar a cabo una dieta saludable puede convertirse en una ardua tarea si no se sabe por dónde empezar. Por suerte, existen muchos recursos que pueden echarte una mano para lograr tu objetivo de comer de forma saludable, y uno de ellos es la rueda de alimentos.
La rueda de alimentos es un recurso didáctico que muchos nutricionistas pusieron de moda en la época de los 70-80. La rueda de alimentos, tal y como se puede observar en la imagen, es un recurso muy visual, con lo que es una buena manera de enseñar de un simple vistazo que los alimentos se pueden dividir en diversos grupos alimenticios.
Este método tan conocido ayudaba (y sigue haciéndolo) a elaborar menús equilibrados en los cuales la ingesta de todo tipo de alimentos esté asegurada.
Lo cierto es que la rueda de alimentos no es un recurso estático. Con el paso del tiempo ésta ha debido modificarse con el fin de adaptarse lo mejor posible a las necesidades nutricionales y dietéticas de las personas de la actualidad. A día de hoy, la rueda de alimentos está compuesta por tres grandes grupos que son los siguientes:
Grupo de alimentos energéticos
La primera subdivisión de este grupo pertenece a los alimentos farináceos y con almidones tales como, el arroz, las patatas, la pasta, los cereales, el pan y la bollería.
En esta segunda división de los energéticos se encuentran aquellos considerados grasos, tales como la mantequilla, los aceites y las grasas en general.
Grupos de alimentos plásticos
Aquellos donde predominan las proteínas como por ejemplo, productos cárnicos, pescados, huevos, legumbres e, incluso, los frutos secos.
Los lácteos en general formarían el segundo subgrupo de los alimentos plásticos. En él estarían incluidos la leche, el yogur, los quesos y todo tipo de postres lácteos.
Grupos de alimentos reguladores
El primer subgrupo va dedicado a la hortalizas y todas sus formas de preparación: desde la menestra hasta las ensaladas, sin olvidar las verduras crudas.
El segundo de los subgrupos está destinado a las frutas, tanto crudas como en zumos, así como también cocinadas.
Por último, y completando la rueda de alimentos, se puede encontrar el agua. Para que la rueda de alimentos consiga su objetivo de proporcionar una dieta saludable no puedes olvidarte de la hidratación. Por ello, se recomienda beber de 1,5 a 3 litros de líquidos al día pudiendo ser agua, infusiones e incluso caldos.
Estos grupos de alimentos se encuentran representados en la rueda, de tal manera que los que ocupan un mayor espacio deben tener una mayor presencia en la dieta, mientras que aquellos que ocupan un espacio reducido deben ser consumidos, pero en menor cantidad y en ocasiones esporádicas.
Con este método tan simple de comprender se puede conseguir crear menús saludables que ayuden con el propósito de conseguir un estilo de vida 100% saludable. ¿Te animas a seguir sus consejos?
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