Frente a una herida, por superficial que sea, siempre hay que tratar de curarla correctamente siguiendo los siguientes pasos
La función principal de la piel es protegernos de las agresiones del medio ambiente, principalmente de las heridas y de las quemaduras. La piel actúa también como barrera para prevenir infecciones.
¿Qué es una herida?
Una herida es la lesión de la piel o de las mucosas. Las heridas rompen la barrera de protección y exponen el interior de nuestro organismo al medio externo. Al quedar expuesto, los microorganismos ambientales, incluso las propias bacterias que viven de forma inofensiva en la piel, pueden penetrar hacia el interior.
¿Cuáles son las principales consecuencias de una herida?
- Riesgo de infección: entrada de gérmenes a través de la herida al desaparecer la barrera protectora de la piel. El riesgo de infección comienza a ser importante 6 horas después de producirse la herida.
- Lesiones en tejidos u órganos: músculos, vasos sanguíneos… dependiendo de cómo se ha producido la herida y en qué parte de nuestro cuerpo.
Es fundamental tratar correctamente una herida. Debemos tener en cuenta que una herida sin curar o mal curada, sin higiene, o con un uso incorrecto de fármacos, puede retrasar o complicar la curación al infectarse.
Cómo curar correctamente una herida simple
Ante una herida simple, es importante seguir los siguientes pasos:
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