¿Por qué sufrimos de incontinencia urinaria?

Hablar de incontinencia urinaria puede resultar incómodo y es que la pérdida involuntaria de orina es una dolencia que en muchos casos resulta difícil reconocer por vergüenza. La incontinencia urinaria se produce en la mayoría de los casos cuando los músculos de la vejiga o el esfínter no están lo suficientemente fuertes. Tranquilos, este problema tiene solución y se puede prevenir, que es lo más importante.

Por embarazo, menopausia o tras el parto, las mujeres suelen ser más propensas a padecerla, aunque la incontinencia urinaria puede darse tanto en hombres como en mujeres y por muchas otras causas.

Encontramos diferentes tipos de incontinencia urinaria; la conocida como de esfuerzoen la que un simple estornudo o una tos puede provocar pérdidas de orina, al igual que por un esfuerzo físico. Suele darse tras el parto en las mujeres, por ejemplo.

Nos encontramos también con la incontinencia urinaria de urgencia, aquella que se produce sin motivo aparente y puede darse por la noche mientras dormimos o tras ingerir bastantes líquidos, es lo que se conoce como vejiga hiperactiva.

Otro tipo de incontinencia es por rebosamiento donde la vejiga no se vacía como debe por lo que ésta se llena con mayor facilidad. Este tipo de incontinencia es más frecuente en hombres debido al aumento del tamaño de la próstata.

El mejor tratamiento, la prevención

- Evitar el sobrepeso, cuanto menos presión intraabdominal, menor pérdidas de orina. Cuánto más peso tengamos, mayor presión se ejerce sobre el abdomen pudiendo provocar debilidad en los músculos de la vejiga y el suelo pélvico y de ahí, la posibilidad de padecer de incontinencia urinaria.

- Reforzar el suelo pélvico con ejercicio como los de Kegel que ayudan a fortalecer los músculos. Se trata de ejercicios de contracción y relajación de los músculos del suelo pélvico, cuanto más fuertes tengamos estos músculos, menos posibilidades tenemos de sufrir pérdidas de orina.

- Controlar la ingesta de líquidos. De lógica es pensar que cuánto más líquido ingiramos más ganas de orinar tendremos. Sigue siendo muy recomendable beber al menos 2 litros de agua al día, si podemos padecer de incontinencia urinaria mejor dosificar las tomas y centralizarlas durante la mañana para evitar sobre todo las pérdidas de orina nocturnas.

- Aumentar la ingesta de fibra ya que el estreñimiento puede debilitar el suelo pélvico.