Una correcta higiene del sueño infantil es básica para un correcto desarrollo y crecimiento del niño.
Referente al sueño infantil, existen distintas fases del sueño. Los recién nacidos necesitan dormir en torno a unas 16 horas al día, eso sí, no seguidas, suelen despertarse cada 4 horas en el mejor de los casos, por lo que es habitual que a lo largo de la noche se despierten varias veces.
A partir de los 3 ó 6 meses aprenden a sincronizar el día y la noche por lo que lo habitual es que el sueño infantil en esta etapa sea más continuo durante la noche.
De los 2 a 4 años, suelen dormir unas 10 horas por la noche más 2 siestas. A partir de los 3 años, el niño necesita dormir menos durante el día. De 5 a 10 años, el sueño infantil puede equipararse al de un adulto, no necesitando dormir durante el día. En la adolescencia, lo habitual son unas 7/8 horas, aunque podrían ser insuficientes y provocar somnolencia diurna.
Estas fases del sueño son las habituales pero no tienen por qué cumplirse con cada niño.
Normalmente, decimos que existe algún tipo de problema en el sueño cuando al niño le cuesta conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche o si durante el día se muestra cansado o somnoliento. Siempre recomendamos la visita al pediatra para detectar las causas y tratarlas, no obstante, vamos a intentar dar a conocer los principales trastornos del sueño infantil:
1- Insomnio: Es uno de los problemas más frecuentes en los más pequeños que con el tiempo se resuelve. Puede venir dado por la incapacidad del niño para conciliar el sueño si está solo quizás por miedo a la separación con los padres o bien por una higiene del sueño inadecuada como realizar actividades durante el día que a posteriori dificulten conciliar el sueño como el consumo de chocolate o una actividad física intensa o uso de ordenadores o tablets…
2- Síndrome de apnea – hipopnea: Trastorno respiratorio en los que se obstruye de manera parcial o completa las vías aéreas superiores. Puede ser debido por ejemplo a unas amígdalas grandes. Su tratamiento suele conllevar una extirpación de las amígdalas o adenoides del niño o el hecho de dormir con una máscara para que respire confortablemente.
3- Sonambulismo: Es bastante común en niños en edad escolar y no precisa de tratamiento ya que se resuelve con la edad normalmente. El niño después no recuerda nada.
4- Terrores nocturnos: Se trata de las famosas pesadillas pero a lo grande. Asustan bastante porque los niños se suelen despertar muy alterados, chillando, llorando y cuesta calmarles. Como ocurre con el sonambulismo, después el niño no recuerda nada.
5- Pesadillas: No podemos evitarlas pero sí intentar que el niño duerma más relajado con la ayuda de los padres para conseguir un sueño infantil más tranquilo.
6- Narcolepsia: Es un trastorno del sueño poco frecuente en la infancia, se establece más a menudo en la adolescencia. Se caracteriza por la somnolencia de día. Requiere tratamiento pero el niño podrá llevar una vida normal.
Sea como fuere, hay que tener en cuenta que los niños deben adquirir rutinas que les ayuden en su desarrollo y crecimiento. Los hábitos a la hora de irse a la cama también deben ser adquiridos para favorecer un sueño infantil relajado y tranquilo.
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