La fitoterapia cada vez es más utilizada para mejorar las defensas naturales de nuestro organismo y es que tiene infinidad de propiedades beneficiosas para el mismo.
En la fitoterapia encontramos un gran número de compuestos que cumplen diferentes funciones. Unos tienen acción antálgica o antiinflamatoria, otros favorecen el transporte de los principios activos hasta su lugar de acción, otros protegen de los posibles efectos secundarios… en definitiva, el uso de las plantas medicinales o fitoterapia tiene grandes beneficios para la salud y aportan las defensas naturales que nuestro organismo necesita, por eso vamos a intentar acercarte a ellas para que conozcas sus propiedades, sus aplicaciones así como saber para qué utilizar unas u otras.
Toma nota porque empezamos a mejorar las defensas:
Echinacea: Su raíz contiene numerosos principios activos con propiedades inmunoestimulantes. Contiene polisacáridos que protegen las células de las agresiones víricas, y otros elementos con efectos antiinflamatorios. Estos principios actúan aumentando el número de glóbulos blancos y favoreciendo la síntesis de una molécula esencial en el proceso de la inmunidad: el interferón. La echinacea se utiliza en el tratamiento del resfriado común, su uso está recomendado tanto en la prevención como en el tratamiento de las infecciones del tracto respiratorio superior. Se recomienda tomar entre 1 y 3 meses desde el comienzo del invierno para prevenir las infecciones de repetición.
Acerola: Fuente de Vitamina C natural contiene oligoelementos, calcio, hierro, magnesio, fósforo, vitaminas A, B6 y sobre todo vitamina C, siendo 100 veces más rica en vitamina C que la naranja. Es un estimulante de las funciones inmunitarias y de las defensas naturales del organismo. Está indicado en la prevención de infecciones invernales como la gripe o las afecciones ORL (rinitis, otitis, faringitis, laringitis, dolor de garganta, bronquitis…). Por otro lado, la vitamina C favorece la absorción intestinal del hierro y representa un buen complemento en las dietas pobres en fruta y verdura, así como para los fumadores, cuyas necesidades en vitamina C son mayores.
Hiedra: En particular sus hojas, se han utilizado tradicionalmente para tratar los problemas de las vías respiratorias, ya que aumenta la secreción de los bronquios ayudando a expulsar las flemas. Gracias a sus propiedades, se hacen preparados y soluciones bebibles con fines expectorantes.
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