Infecciones del tracto respiratorio en niños

La gripe y los resfriados serán los primeros que nos vengan a la cabeza pero debemos tener conocimientos de todas las infecciones de origen vírico que pueden padecer con la llegada del frío. Y es que todos los años un niño puede desarrollar como promedio hasta 6 infecciones respiratorias.

Estas infecciones pueden ser de dos tipos: las infecciones de las vías respiratorias superiores donde los síntomas suelen ocurrir principalmente en la nariz y la garganta (se tratarían de los resfriados comunes y la gripe), y las infecciones de las vías respiratorias bajas en las cuales los síntomas ocurren en la tráquea o los pulmones, por ejemplo la bronquiolitis, crup o la neumonía.

Los causantes principales de todas estas molestias son diferentes tipos de virus. Éstos se propagan mediante el contacto con las secreciones de una persona infectada. En muchas ocasiones los niños respiran aire que contiene gotas expulsadas por la tos o el estornudo de un infectado. Otras veces al manipular un objeto infectado y luego tocarse la nariz, los ojos o la boca, los virus también tienen otro nuevo huésped donde reproducirse.

Sabremos si nuestro hijo/a tiene una infección por los síntomas que presentan: goteo nasal, picor de garganta, tos e irritabilidad cuando se traten de bebés. Cuando observemos estos síntomas debemos tratarlos lo antes posible ya que si no podrían desembocar en algunas complicaciones. Por ejemplo los lactantes prefieren respirar por la nariz aunque tengan una congestión. Ésta preferencia les puede acarrear problemas de alimentación cuando succionan la mama o el biberón. En los niños la inflamación o el exceso de mucosidad estrechará las vías respiratorias provocando una respiración rápida, jadeos o incluso que la piel se torne de un color azulado.

Enhomeopatía existen medicamentos que pueden ayudar a aliviar estos síntomas así como prevenir ciertas patologías. Los medicamentos homeopáticos están incluidos en el consejo de los profesionales sanitarios en pacientes de todas las edades. Por ello debemos tenerlos presentes y acudir a nuestro médico o farmacéutico homeópata quien nos aconsejará sobre el mejor tratamiento a seguir. Si no sabes dónde encontrar uno, en este enlace puedes consultarlo.