Nuestra salud está condicionada a nuestra alimentación por lo que debemos prestar más atención a aquello que comemos para el correcto funcionamiento de nuestras defensas.
Enfermedades como diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares o determinados tipos de cánceres podrían evitarse con un estilo de vida saludable, una buena alimentación, la práctica moderada de ejercicio y la deshabituación tabáquica entre otros.
Una dieta rica en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, hortalizas, cereales, a poder ser integrales, legumbres y frutos secos nos ayudará a reforzar nuestras defensas. Asimismo, el consumo de lácteos, preferiblemente desnatados, deben añadirse a nuestra dieta 2 veces al día como mínimo. No hay que olvidarse de la proteína, de vital importancia, y que encontramos en las carnes blancas como pollo, pavo o conejo y en los pescados azules y blancos. Las carnes rojas y los embutidos, mejor consumirlos con menor frecuencia.
Un aporte excesivo de energía afecta al sistema inmunitario a la hora de combatir infecciones por ejemplo, pero igual de malo es consumir menos de 1200kcal al día.
¿Cómo estimulamos nuestro sistema inmunitario para reforzar las defensas?
- DESCANSO. Un mínimo de 6 horas de sueño reparador favorece nuestras defensas.
- ACTIVIDAD FÍSICA. Siempre de intensidad moderada como caminar, nadar o montar en bicicleta…
- DIETA. Equilibrada y variada con alimentos frescos y ricos en vitaminas y minerales.
- COMPLEMENTOS DIETÉTICOS. Si la dieta no es equilibrada o si estamos pasando por un embarazo, periodo de crecimiento, lactancia, convalecencias… se puede recurrir a determinados complementos alimenticios que nos ayudarán a mejorar progresivamente los hábitos alimentarios.
Diferentes vitaminas y sus beneficios para reforzar las defensas:
Vitamina C: Ayuda a la formación de colágeno y es una gran antioxidante.
Vitamina E: Aumenta la respuesta inmunológica y protege nuestra piel.
Vitamina A: Es un nutriente esencial que se requiere para la vista, impulsar el sistema inmune y tener una excelente piel. Además previene de infecciones.
Complejo B y Ácido Fólico: Aumenta la producción de anticuerpos.
Flavonoides: Antioxidante.
Hierro: Crecimiento celular y respuesta inmunológica.
Zinc: Respuesta inmunológica y órganos linfoides.
Selenio: Refuerza el sistema inmunitario para prevenir infecciones.
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