La cefalea es el término médico con el que se define todo tipo de dolor de cabeza, por lo tanto, prácticamente toda la población, con mayor o menor intensidad y periodicidad, padece sus molestias, incluso se estima que el 90% de los niños también se ve afectado en algún momento.
La identificación de los síntomas es la clave para diferenciar, prevenir y tratar correctamente el dolor de cabeza, un buen diagnóstico médico realizado a tiempo, puede contribuir a mejorar nuestra calidad de vida y a desenmascarar posibles alteraciones en nuestro organismo.
Hay muchos factores que pueden producir dolor de cabeza, te enumeramos algunos de ellos:
Estrés: negativo para la salud y cada día más presente.
Herencia: gran parte de los pacientes que sufren cefaleas o migrañas agudas tienen padres o hermanos con historiales similares.
Alimentos: chocolate, cacao, vainilla, plátano, frutos secos, cítricos, salchichas, quesos fermentados, picantes… son alimentos que hay que comer con moderación.
Alcohol: su ingesta excesiva y continuada en todas las edades es un factor desencadenante de migrañas.
Cambios hormonales: el dolor de cabeza se dispara entre las mujeres tras la aparición de la menstruación. La migraña suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales.
Cambios climáticos: factores como el fuerte viento se ha comprobado que contribuyen a la aparición del dolor de cabeza.
Falta o exceso de sueño
Fármacos: algunos medicamentos pueden tener este tipo de efectos secundarios.
Las cefaleas se clasifican para su estudio en primarias, secundarias e idiopáticas. Veamos con mayor detalle cada una de ellas para comprender mejor
Cefaleas primarias: suponen el 78.34% de las cefaleas, tienden a no ser graves pero sí muy molestas. Podemos encontrarnos entre ellas la cefalea tensional, la más frecuente, donde el dolor se presenta en toda la cabeza de manera regular. Suele producirse por malas posturas, contracturas musculares o estrés. Además, entre estas cefaleas primarias nos encontramos con la migraña, la cefalea en racimos o la hemicránea paroxística nocturna.
Cefaleas secundarias: puede deberse a diferentes patologías como traumatismo craneoencefálico, alteraciones vasculares estructurales, por ingesta de fármacos o drogas, infecciones, trastornos metabólicos, sinusitis, otitis…
Debido a que el origen de las cefaleas es tan diverso, es imposible dar un único tratamiento para quitar el dolor de cabeza. Lo más indicado, en especial cuando los episodios se repiten, es consultar al profesional sanitario que será quien mejor nos oriente sobre su tratamiento.
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