A la hora de practicar ejercicio es posible que notes fatiga muscular. ¿Sabes cómo hacer para que esto no ocurra? Te damos las claves.
Si practicas deporte o cualquier tipo de actividad física que sea exigente, es normal sufrir fatiga muscular en algún momento. Esta aparece cuando, tras realizar algún tipo de ejercicio físico, se acumula el ácido láctico debido a la falta de oxígeno en la musculatura. El cuerpo utiliza la glucosa y las grasas como combustible a la hora de hacer deporte, y el deshecho que se genera de esta combustión es el ácido láctico, que es metabolizado en el hígado cuando el oxígeno lo transporta hasta allí por la sangre, al llevar a cabo más ejercicio.
La fatiga muscular y el cansancio son cosas diferentes. Mientras que el cansancio es algo normal que aparece tras realizar ejercicio, la fatiga muscular puede conllevar lesiones, o aumentar el riesgo de padecerlas, además, puede ser una muestra evidente de bajo rendimiento deportivo, ya que el cuerpo no aguanta el ritmo exigido.
Lafatiga muscular aparece por diferentes causas, como una organización mala de los entrenamientos. Para llevar a cabo rutinas de entrenamiento adecuadas y correctas, es necesario establecer una exigencia progresiva, e ir superando objetivos poco a poco. Asimismo, es importante controlar y repartir la carga muscular a la que va a ser sometido el cuerpo en cada entrenamiento, para no sobrecargar en exceso, y que puedan aparecer lesiones. Además, es igual de imprescindible garantizar un descanso apropiado y lo suficientemente duradero para que los músculos se recuperen. La alternancia adecuada de los periodos de entrenamiento y de descanso son indispensables para evitar la fatiga muscular.
Para evitar la fatiga muscular también es muy importante el proceso previo y posterior al entrenamiento. Antes de comenzar, el calentamiento es clave para preparar el músculo y prevenir lesiones o sobrecargas, mientras que los estiramientos tras llevar a cabo cualquier práctica deportiva son de gran ayuda para evitar la aparición de la fatiga muscular.
Entre los otros elementos que también pueden provocar la aparición de la fatiga muscular se encuentra la alimentación. La disminución de hidratos de carbono almacenados como glucógeno en el cuerpo, puede ser una causa responsable de la fatiga muscular, y suele ser una de las más comunes. Y por supuesto, la deshidratación es otra de las causas más frecuentes, ya que mantener el cuerpo bien hidratado antes, durante y después del entrenamiento es básico para prevenir la aparición de la fatiga muscular, ya que durante la práctica de ejercicio tiene lugar una importante pérdida del agua del cuerpo a causa de la transpiración. Pero además del agua, hay otros alimentos que ayudan a la recuperación muscular.
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