¡Cuidado con los hongos! Tratamiento y prevención

La sintomatología de los hongos consiste en manchas o aros en la piel de color rojizo que aparecen en áreas expuestas del cuerpo por diversas causas, como contagios debido a un sistema inmune débil, excesos de humedad, una dieta deficiente con bajo consumo de vitaminas C y A o incluso por falta de higiene. Los síntomas son picazón o degradación de la piel y en ocasiones, mal olor. Pero antes de empezar cualquier tratamiento conviene saber que estos microorganismos hay que curarlos desde su raíz porque las pomadas, los geles y medicamentos convencionales únicamente los controlan y si no se elimina el origen del problema vuelven a aparecer. Para ello, es importante reforzar el sistema inmune y corregir la causa que los predispone, porque de lo contrario la aparición de hongos será intermitente e incluso puede empeorar.

Algunos de los hongos más frecuentes en la piel se dan en la zona de las ingles y suele ser más habitual en los hombres jóvenes que las mujeres. Lo que se debe a que el escroto y los muslos están en contacto y crean las condiciones idóneas para que los hongos pueden prosperar. No obstante, también pueden verse perjudicadas las féminas que utilizan ropa muy ajustada. Este tipo de tiña causa una erupción con picazón contagiosa, que se puede transmitir de la misma manera.

Asimismo, la tiña versicolor y corporal son dos zonas que también suelen verse afectadas. La más pronosticada en los adolescentes es la pitiriasis versicolor, una infección de la piel causada por levaduras. Los cambios hormonales y la piel sudorosa contribuyen a esta condición, siendo su efecto más grande la decoloración de la piel. Mientras que la tiña corporal se reconoce por la formación de un anillo rojo, hinchado, escamoso y con comezón en la piel.

Tratamiento y prevención

Una vez localizada la causa por la que aparecen los hongos, toca aplicar un método de prevención y un tratamiento para combatirlo. Los pasos básicos para mantener la piel libre de hongos comienzan por mantener una higiene completa con la dermis bien limpia y seca, porque el hongo crece en zonas cálidas y húmedas. Si se evitan estas condiciones será más fácil impedir su aparición en zonas sensibles de la piel.

En la lucha con los hongos lo más importante es la persistencia a la hora de aplicar el producto, hay que hacerlo hasta que desaparezca y evitar todas las condiciones de humedad en las que los microorganismos pueden prosperar. Por lo general, con un tratamiento antimicótico aplicado directamente sobre la zona afectada de la piel desaparece, pero existe una gran variedad de tratamientos en forma de cremas, lociones, pinturas, champús y polvos medicamentosos también recomendables. En este caso, lo mejor es acudir al médico para que prescriba el diagnóstico más adecuado y recomiende el tratamiento en función de la gravedad.

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