Cómo prevenir la infección de orina en la mujer

La infección de orina en la mujer es una de las más frecuentes. De hecho, casi la mitad sufrirá un episodio a lo largo de su vida y actualmente un 3% de las mujeres de entre 20 y 40 años la padece, edades que coinciden con la máxima frecuencia de relaciones sexuales y los embarazos, aunque existe otro pico tras la menopausia, con el descenso de los niveles de estrógenos y el aumento de la atrofia genial, según el Dr. Francisco Zorrilla, ginecólogo y autor de la web consultatuginecologo.com.

La paciente femenina es, además, propensa a este tipo de dolencia, al menos unas 20 veces más que el hombre, debido a las características anatómicas de su aparato genitourinario, el sexo y los embarazos.

Esta infección, causada por la elevada cantidad de gérmenes (bacterias, virus y parásitos), suele ser aguda (un episodio aislado y que se resuelve bien con el tratamiento), aunque también puede ser crónica (no se termina de curar del todo con los antibióticos) o recurrente (varios episodios en meses o años).

Sus síntomas van desde molestias al orinar (ardor, quemazón, escozor, etc.) y durante las relaciones sexuales en la zona vesical y uretral y cambios en la orina (con aspecto turbio, sangre o mal olor) hasta dolor en bajo vientre, tenesmo vesical (orinar con frecuencia y quedarse con ganas de más), fiebres y escalofríos y enrojecimiento de la entrada de la uretra.

¿Y cómo se trata? Según el Dr. Zorrilla, depende del germen causante: en el caso de las bacterias se utilizan antibióticos (se debe tener cuidado si se está embarazada), si se trata de virus, antivirales, y para los hongos, antifúngicos, además de analgésicos, antiinflamatorios y espasmolíticos (cuando hay dolor cólico), siempre bajo la recomendación del ginecólogo personal y cuando no haya afectaciones más importantes que puedan interferir en el tratamiento.

El ginecólogo pone especial énfasis en la prevención para no tener que llegar al tratamiento de lasinfecciones de orina y aporta algunos consejos de interés como:

- Cambiar los hábitos de vida y adherirse a la dieta sana, con abundantes frutas ricas en vitamina C, además de practicar ejercicio y evitar el tabaco.

- Beber abundantes líquidos (2 o 3 libros al día), en especial, en verano.

- Orinar con frecuencia y no aguantar reteniendo la micción mucho tiempo.

- Miccionar y lavarse antes y después de cada relación sexual.

- Mejorar la higiene.

- Cuidar la flora vaginal.

- Usar lubricantes para el sexo, en caso de tener sequedad vaginal.

- Usar con frecuencia cremas con estrógenos, en caso de ser postmenopáusica.

- Cambiarse una o dos veces al día de ropa interior (mejor de algodón que transpire bien)

- Evitar las infecciones vaginales (cuidado con algunos espermicidas de los preservativos)

- Limpiarse los genitales de delante hacia atrás tras ir al baño, ya que el arrastre de gérmenes de la zona anal es una de las principales causas de cistitis.

- En verano, evitar el calor y mantener la ropa húmeda puesta.