El mosquito de género "Aedes aegypti" es el principal transmisor del virus Zika, causante de una enfermedad por la que la OMS está dando la voz de alarma en los últimos meses
Se acerca la temporada de verano y, con ella, los insoportables mosquitos. Su sola presencia ya nos irrita (y no solo el carácter): sus picaduras nos llevan a rascarnos de forma impulsiva, su solo roce sobre nuestra piel ya nos hace palmotear cada centímetro de nuestro cuerpo y el incesante zumbido de su aleteo nos trastorna el sueño.
Pero no solo son molestos, sino también temidos, sobre todo desde que en febrero de este año la Organización Mundial para la Salud (OMS) declaró que elvirus del Zika, transmitido por los de género Aedes (sobre todo, aegypti), representaba una emergencia de salud pública de importancia internacional, y más aún con la proximidad estival.
No tiene por qué suponer una causa de alarma, ya que si te pica un mosquito que transmite este virus los síntomas suelen ser leves: fiebre, sarpullido, dolor de articulaciones, cefaleas y conjuntivitis, que suelen durar entre dos y siete días. No obstante, cuando la infección se produce durante el embarazo, puede producir un defecto congénito grave denominado microcefalia, así como otros problemas en el cerebro del feto.
Los pacientes deben estar en reposo, beber líquidos suficientes y tomar medicamentos comunes para el dolor y la fiebre, pero si los síntomas empeoran deben consultar a su médico.
Protección sexual
Aunque el mosquito sea el principal transmisor del virus Zika, la OMS estudia la posibilidad de la vía sanguínea por transfusión, la perinatal y la sexual, por lo que es importante, sobre todo en el último caso, que todos los contagiados utilicen preservativos y otros métodos de protección seguros para no propagar la enfermedad.
Aunque en España se han registrado ya casos, el mosquito del Zika se encuentra en unas determinadas zonas: la región tropical de África, el sudeste asiático, las islas del Pacífico y, más recientemente, en países de Latinoamérica como Brasil. Tanto la OMS como organizaciones relacionadas con el control y la prevención de enfermedades aconsejan o bien no viajar a esos lugares o protegerse frente a este insecto.
Los grandes brotes de los últimos años se han producido en la Polinesia francesa en 2013 y en Brasil en 2015, donde las autoridades sanitarias nacionales notificaron potenciales complicaciones neurológicas y autoinmunitarias. En el segundo país se ha observado recientemente un aumento de las infecciones y, coincidiendo con él, de los casos de síndrome de Guillain-Barré y de los recién nacidos con microcefalia en el nordeste.
Los principales métodos de prevención frente a la picadura de los Aedes aegypti es eliminar o modificar sus lugares de cría (zonas húmedas o con agua estancada como macetas o fregaderos) y disminuir el contacto con ellos.
También es importante ponerse ropa que cubra al máximo el cuerpo, instalar mosquiteros en casa, mantener puertas y ventanas cerradas (aunque sea complicado en verano), pulverizar las zonas clave o plantar ahuyentadores naturales como la albahaca. Pero, sobre todo, hacer uso de repelentes que contengan DEET, IR3535, icaridina o citronella (por ejemplo, toallitas y pulseras de farmacia).
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