Consejos para evitar las picaduras de mosquitos en niños y combatir su picor

La primavera no sólo significa el comienzo del sol, playa y tiempo libre. La época más esperada del año también tiene una cara B, cuyos principales responsables son unos pequeños insectos: los mosquitos. Las picaduras pueden amargarle el día a cualquiera, hacer que no paremos de rascarnos o que no podamos pensar en otra cosa. Para evitar las picaduras de mosquitos, o al menos poner remedio a su escozor, pueden seguirse algunas claves que, si bien no harán que la amenaza permanezca alejada para siempre, sí podrán resultar altamente efectivas.

La lucha contra los mosquitos, al igual que el tratamiento de cualquier mal, se rige por una máxima innegociable: mejor prevenir que curar. Siempre será preferible buscar el método para que el mosquito no llegue a picarnos que paliar los efectos de la picadura, para lo que los repelentes son el mejor remedio. Los hay de muy distintos tipos e incluso de variados niveles de efectividad, pero en general dan buenos resultados y dependen del gusto personal.

Por ejemplo, pueden encontrarse en pulseras, incluso de colores para poder combinarlas con la ropa y también para niños. El formato más clásico probablemente sea el de spray, y también en el que más se abre el abanico de opciones. Desde algunos muy potentes, aptos incluso para viajes tropicales, hasta otros más estándar pero igualmente efectivos, también con versiones infantiles que aseguren la protección de los más pequeños, que también podrán aplicárselo en un curioso formato: toallitas.

Desgraciadamente, no podemos mantener el nivel de alerta al máximo en todo momento, ni depende únicamente de nosotros la exposición a las picaduras. Excursiones al río, ventanas abiertas, restaurantes al aire libre… Los mosquitos nos esperan en cualquier lugar. Ante la certeza de que las picaduras llegarán antes o después en algún momento entre la primavera y el otoño, hay que prepararse también para atacar el picor y que no vaya a más.

Hay remedios en gel, que proporcionan un alivio rápido, y también en roll on, con resultados tan buenos o más. Los niños, más sensibles a las picaduras y también a la agresividad de sus remedios, podrán atacar el picor con unos parches con aceite del árbol del té, para favorecer la hidratación y recuperación de la piel irritada, también válidos para el uso en bebés.

Uno de los instintos más básicos nos lleva a caer en un error con las picaduras: rascar sin parar. Ese pequeño alivio efímero será contraproducente a la larga, prolongando la presencia de la erupción en la piel y dando pie a irritar la epidermis y creando la sensación de aspereza. Si ha sido inevitable recurrir a ello por la falta de remedios alternativos, la solución última puede estar en el aloe vera: un gel corporal refrescante que ayudará a regenerar, hidratar y calmar la piel.