Consejos prácticos para evitar la diabetes

El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, que en este 2016 tendrá un protagonista claro: la diabetes. Esta enfermedad, que provoca que quien la padece tenga unos niveles de azúcar en sangre por encima de lo normal de forma crónica, será en 2030 la séptima causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una afección que hoy en día está presente en 350 millones de personas, pero que dentro de 20 años podría afectar al doble de gente. La OMS calcula que un millón y medio de personas murieron en 2012 por consecuencia directa de esta enfermedad, que según los expertos puede prevenirse siguiendo una serie de consejos.

Llevar una dieta saludable.Hay una conexión directa entre la alimentación y la diabetes. Un exceso de alimentos grasientos o demasiado azucarados que se prolongue en el tiempo puede aumentar los niveles de azúcar en sangre, lo que de manera continuada podría provocar la aparición de diabetes. Es imprescindible que en toda dieta haya una gran presencia de fruta y verdura, con varias raciones diarias, lo que aportará al organismo carbohidratos de calidad.

El cuerpo necesita la glucosa y la energía que genera, pero no de cualquier forma. Pasteles, fritos o alimentos procesados son excesivamente calóricos pero de escaso valor energético, y ese déficit puede revertirse eligiendo bien qué comer: legumbres, pastas o arroces integrales, pan y fibra nos dan cuanto necesitamos a nivel nutritivo y mantienen un equilibrio alimenticio clave en la salud.

Por supuesto, los caprichos siempre caben. Es un error considerar estos consejos como una dieta: hacer régimen de forma periódica suele fracasar por el efecto rebote, por lo que es importante asimilar la alimentación saludable como un estilo de vida y no como un medio para lograr un fin. Para ello, es importante adoptar costumbres como masticar despacio, hacer cenas ligeras o limitar determinados alimentos a ocasiones especiales. Cambiar el azúcar por otros endulzantes naturales como la stevia o probar con productos salantes que reduzcan el consumo de sal puede ser un buen comienzo.

Un cuerpo activo. No es necesario salir a correr largas distancias a diario ni obligarse a pagar la cuota de un gimnasio. La diabetes tiene en el sobrepeso su alfombra roja de entrada al cuerpo, por lo que aligerar la carga corporal y perder los kilos sobrantes es básico para prevenir la enfermedad. Para ello, nada como tener un ritmo de vida liberado de toda pereza y activo que elimine grasa corporal y aumente las pulsaciones a menudo.

Para estar en nuestro peso ideal, un empujón inicial puede ser positivo, pero luego habrá que mantener los buenos hábitos. Ir caminando siempre que el tiempo y la distancia lo permita, usar las escaleras en vez del ascensor o salir a dar un paseo en los ratos libres sonpequeños gestos que el cuerpo agradecerá y que, sostenidos en el tiempo, irán piedra a piedra construyendo un muro que la diabetes no consiga atravesar.

Ve al médico. Abrazarse a la hipocondría nunca es una buena idea, pero tampoco lo es el desentendimiento total. Chequeos anuales y análisis de sangre que confirmen que todo está correcto son prácticas a adoptar para tener constancia de que nuestro organismo se encuentra en perfecto estado. No basta con aparentar una buena salud, también hay que aprobar el examen que lo certifica.

Además, una visita al médico puede servir para solventar dudas o espantar pequeños temores que circulen por la cabeza. La información es poder, y nadie como una persona especializada para dar los consejos adecuados en cada momento. Conocer qué es la diabetes, qué tipos hay y cómo prevenirla de boca de alguien que domina el asunto y sus factores de riesgo puede resultar efectivo en su lucha, que cada vez afecta a más niños: cuanto antes se empiece a combatir, más favorable será el resultado.