La flora vaginal se ve muy a menudo en peligro debido a las diversas infecciones que pueden atacarla, por lo que es importante que toda mujer lleve a cabo a diario un exhaustivo cuidado íntimo.
El responsable y minucioso cuidado íntimo femenino, tanto el interno como el externo, debe ser primordial ya que la mujer es más susceptible que el hombre a padecer algunas infecciones y enfermedades genitales, como los hongos, que “se transmiten con cierta facilidad y que son muy molestas”, según indica Asunción Meliá, facultativa de la Farmacia Asunción Meliá Santarrufina (Moncada, Valencia).
Una higiene femenina adecuada permite proteger la flora vaginal, el conjunto de microorganismos (destacan los Lactobacilllus), cuya concentración es la más alta del cuerpo humano, por detrás del colon, que cohabitan de forma natural en esta zona íntima. Ésta ayuda a preservar a la vagina de patologías y de la acción de antibióticos que, cuando consiguen vencer a las bacterias autóctonas, provocan infecciones vulvovaginales como la vulvovaginitis y la vaginosis bacteriana.
El 75% de las mujeres experimentan un episodio de vulvovaginitis sintomática a lo largo de su vida, según datos presentados en el XIV Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer, en Madrid, y el 40-50%, al menos, un segundo episodio. Esta enfermedad se presenta con eritema (enrojecimiento de la piel debido al aumento de la sangre contenida en los capilares) e incremento de la secreción vaginal, acompañada de mal olor (en ocasiones), picor, escozor y dolor.
Por otro lado, la vaginosis bacteriana, responsable de entre el 30 y el 40% de las infecciones que afectan a este órgano femenino, produce un flujo vaginal anormal, de color blanco o gris, un poco espeso y con un olor desagradable.
Para huir de estas infecciones y mantener el equilibro de la flora vaginal es importante tener también en cuenta factores internos y externos como la edad de la mujer, la fase del ciclo menstrual, la actividad sexual o el uso de métodos anticonceptivos. La farmacéutica Meliá recomienda el uso de toallitas de higiene femenina (cuando se pasan muchas horas fuera de casa), hidratantes en monodosis, óvulos (e incluso tampones) con flora (para mantener su equilibrio) y productos probióticos naturales, que tratan, en este caso, infecciones urinarias sin la aparición de los hongos que pueden provocar los antibióticos.
Por su parte, la Sociedad Española de Ginecología Obstétrica (SEGO) aconseja a las mujeres seguir una serie de medidas higiénico-dietéticas para evitar volver a caer en infecciones íntimas cuando ya se han sufrido en alguna ocasión. Las más subrayables son:
- Consumir al menos 2 yogures al día, que favorecen la recuperación de la flora vaginal.
- Reducir los hidratos de carbono de la dieta hasta niveles normales (40-60%), ya que pueden provocar el crecimiento de bacterias patógenas en el tracto urinario.
- Beber 2 litros de agua diarios para tener una correcta hidratación y un buen funcionamiento del organismo.
- Disminuir la ingesta de grasas saturadas (carnes, embutidos o mantequilla) y trans (bollería industrial, platos precocinados, etc.).
- No tomar alcohol cuando la mujer se encuentra en un tratamiento antibiótico y moderarla (un vaso al día de bebidas de baja graduación como el vino o la cerveza) si se encuentra fuera de él.
Y, en concreto, para proteger la flora vaginal:
- Mantener el área genital limpio y seco, para lo que se debe evitar el jabón y solo enjuagar con agua.
- No tomar duchas vaginales, sobre todo después de la menstruación o de las relaciones sexuales, ya que pueden empeorar el flujo vaginal al eliminar bacterias sanas que recubren la zona íntima y que la protegen.
- Usar preservativos como barrera para prevenir o diseminar infecciones de transmisión sexual (ITS).
- Evitar la utilización de aerosoles, fragancias o polvos de higiene femenina en la zona íntima.
- Desestimar vestir pantalones extremadamente apretados, ya que pueden causar irritación.
- Optar siempre por la ropa interior de algodón, ya que otros tejidos como la seda o el nailon pueden incrementar la sudoración e irritar los genitales femeninos.
- Decantarse antes por los protectores (compresas, salvaslips, etc.) que por los tampones.
- Realizar un buen control de los niveles de azúcar en la sangre si se tiene diabetes.
Fotos: Luis Alejandro Bernal Romero y ·júbilo·haku·
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