Salud sexual también en San Valentín

La mítica musa del erotismo en el cine, la actriz Marilyn Monroe dijo una vez: “el sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con la naturaleza”. Esta parte importante de nuestras relaciones de pareja (y fuera de ellas) cobra un protagonismo inusitado con la llegada de febrero y la cercanía de San Valentín, día en el que los enamorados y quienes quieren hacer de su cama un templo en esas horas desatan su lado más carnal y apasionado para hacer temblar las sábanas con un acto que forma parte de nosotros como seres humanos desde que el hombre (y la mujer) es hombre.

El sexo es natural y el cuidado de nuestra salud cuando lo practicamos, tanto a nivel físico como psicológico, también debe serlo. Porque si no lo tenemos podemos verla comprometida por factores de importante calado como el temor a un embarazo no deseado, las preocupaciones sobre la infertilidad, las enfermedades de transmisión sexual o la toma de medicamentos que afectan al deseo sexual o al rendimiento.

En el caso concreto de los hombres, tanto heterosexuales como bisexuales u homosexuales, ciertos ‘mitos’ infundados hacia su masculinidad han atentado contra su desempeño sexual. La ansiedadresultante, en muchas ocasiones, viene provocada por su inseguridad frente a mujeres/hombres activos y con experiencia en la cama, la incomunicación en pareja para atender a gustos y necesidades mutuos, el propio temor a un mal acto sexual y posterior rechazo o insatisfacción del/la partenaire, las disfunciones sexuales (eyaculación precoz, etc.) y las preocupaciones laborales, económicas o familiares que conllevan estrés. 

Este último factor se ha convertido en uno de los más alarmantes en los últimos años, ya que deriva en una inapetencia sexual, en una práctica de menor calidad y en la quiebra de muchas relaciones. Según un estudio realizado para el barómetro Aquilea Vigor, en España el 30% de las parejas estables afirma tener sexo con poca frecuencia y el 3% asegura no practicarlo.

Los expertos recomiendan aplacar al estrés con mano dura cuando existen problemas en la cama a través de la terapia conductual o de pareja, pero también desde la exploración corporal (auto estimulación o junto al compañero sexual para conocer mejor las zonas erógenas), el respeto de los deseos y necesidades de uno mismo (fantasías e innovación), el conocimiento de la perspectiva erótica de la mujer, la comunicación para evitar dudas o temores, etc.

En otros muchos casos, esta alteración puede venir acompañada de otro tipo de disfunciones más arraigadas todavía en la psique o en el propio cuerpo, sobre todo, masculino como la eréctil (1 de cada 2 hombres la tendrá en algún momento de sus vidas), la impotencia, la curvatura peneana, la erección prolongada o la deficiencia de testosterona, y que pueden corregirse con tratamiento psicológico, medicación, inyecciones intrapeneanas o, si es necesario, mediante cirugía.

Visita al especialista recomendada

Convertir en un hábito el cuidado de la salud sexual es clave para no llegar a problemas mayores o para tratarlos a tiempo. Uno de los principales es la atención ginecológica y urológica de manera regular como prevención. En el caso femenino en particular, según el INE, una de cada cinco jóvenes de 25 a 35 años nunca se ha hecho una citología vaginal y entre el 12 y el 20% de las mujeres padecerá alguna enfermedad de transmisión sexual a lo largo de su vida, como apuntan datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.

Por ello la SEGO recomienda hacerse revisiones periódicas cada dos años (también las preconcepcionales para proteger la salud reproductiva antes de idear un inminente embarazo), informarse de las opciones médicas y planes preventivos de las enfermedades ginecológicas y de transmisión sexual, además de los métodos anticonceptivos más indicados para cada mujer, etc.

Alimentación para una salud sexual óptima

Una dieta equilibrada desde la infancia también es muy beneficiosa para proteger el fin sexual, con un aporte vitamínico, cálcico y de minerales importante, siempre acompañado de ejercicio habitual para evitar el sobrepeso. Como apunte, durante la vida reproductiva y menopáusica de la mujer, es interesante desechar los tóxicos y hacer comidas hipograsas saturadas y hipocarbonadas de azúcares refinados, rica en verduras, pescado, preferentemente azul, y carne blanca.

Para prevenir las enfermedades sexuales masculinas no hay nada mejor que la dieta mediterránea: verduras, hortalizas y frutas, ricas en agua, fibra y antioxidantes, aceite de oliva, pescado (por encima de la carne), legumbres, pasta, patatas, arroz y pan. También reducir el consumo de grasas saturadas (lácteos enteros, embutidos, etc.) y de alcohol (un máximo de dos vasos de vino tinto al día, si se suele tomar, por su efecto ‘cardio-protector’).

¿Qué ofrece la farmacia?

En la farmacia podemos encontrar productos para ayudar a cuidar nuestra salud sexual frente al padecimiento o la transmisión de enfermedades de carácter parasitario, vírico, bacteriano y fúngico. De hecho, estas últimas, las genitales provocadas por hongos, son aquellas por las que los clientes suelen acudir más a su botica de confianza. Para tratarlas, Asunción Meliá, facultativa de la Farmacia Asunción Meliá Santarrufina (Moncada, Valencia) recomienda, principalmente para mujeres, el tratamiento en óvulos, los comprimidos antifúngicos y la higiene con geles especiales que respeten el pH (hidratantes también para la sequedad vaginal) y la flora bacteriana para restablecer el equilibrio.

Por su parte, y con San Valentín a la vuelta de la esquina, en la parafarmacia también podemos adquirir productos para potenciar el disfrute sexual como los geles, profilácticos y otros complementos para el placer en pareja que ofrecen, entre otras, la casa Control.